Si nunca has meditado antes o apenas estás comenzando, puede ser buena idea que comiences con el Curso de Introducción a la Atención Plena.
Hace poco escuché la historia de alguien que decidió convertirse en monje y se retiró a un templo budista para hacerlo.
Resulta que lo más difícil que encontró de ser monje era tener que ir caminando descalzo a recoger su comida por la mañana. El suelo era muy caliente y el monje tenía muchas dificultades con la incomodidad que sentía, como si sus pies estuvieran ardiendo.
Frustrado visitó a su maestro y le dijo: "Maestro, realmente estoy sufriendo mucho, casi que no puedo caminar para ir por la comida".
El anciano y sabio monje le dijo: “¿sabes?, cuando un pie está en el suelo, el otro pie está levantado. En lugar de enfocarte en el pie que está en el suelo, enfócate en el pie que está levantado. Donde sea que enfoques tu atención, ahí fluirá la energía. Si te enfocas en el dolor y la incomodidad, entonces es ahí donde tu mente va a permanecer. Si te enfocas en lo que se siente bien y en lo que te hace sentir fuerte, entonces es ahí donde tu mente se permanecerá.”
Mi profesor de meditación Joseph Goldstein con frecuencia hace énfasis en que “aquello en lo que frecuentemente pienses y reflexiones, se convertirá en la inclinación de la mente.”
Éxito y Pleitud
¿Qué hace que algunas personas sean exitosas en la vida y vivan plenamente, mientras que otros luchan incansablemente por sueños y metas elusivas?
La respuesta es más simple de lo que parece. Todo depende de la forma en la que pensamos, y de la ley de causa y efecto. La forma en la que pensamos es lo que determina lo que sentimos, lo que hacemos, y los resultados que obtenemos.
No es que todo tenga que salir bien (causa) para que nos sintamos exitosos y satisfechos (efecto). No. Es al contrario.
Imagina que tu mente es como un espejo que refleja todo lo que piensas. Si reflejas pensamientos destructivos y emociones tóxicas hacia ti y hacia otros, lo más probable es que eso sea lo que obtengas de vuelta.
Por otro lado, si eliges reflejar pensamientos constructivos y emociones sanas hacia ti y hacia otros, el efecto será una experiencia de vida plena y satisfactoria.
Por Ti y Por Otros
Al meditar, estamos expresando nuestra intención de vivir mejor y de estar en una posición para ayudar a otros a vivir mejor.
Al sentarnos en silencio y prestar atención a nuestra experiencia consciente, estamos cultivando mayor claridad y comprensión del poder que tienen los pensamientos en nuestras emociones y acciones, y en los resultados que obtenemos en la vida.
Al sentarnos en silencio y prestar atención a nuestra experiencia consciente, encontramos los motivos que nos hacen sentir insatisfechos. Aprendemos a regular nuestros anhelos y a sanar la tendencia a compararnos.
Encontramos más motivos para sentir gratitud con lo vida.
Esto nos pone también en una mejor posición para ayudar a otros a sentirse menos insatisfechos.
Conociendo, cuidando y entrenando nuestra mente, estamos en una mejor posición para apoyar a otros en sus propios desafíos.
Meditas por ti y por tu vida.
Y meditas por otros y por la vida de otros.
Quieres una mente que refleje lo mejor de ti, de manera que luego puedas ofrecerlo a los demás.
Gracias por prácticar conmigo.
Es un honor estar guiándote en esta práctica.
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Si quieres continuar desarrollando tu práctica de meditación te invito a que hagas el Reto de 28 Días Recupera tu Atención